Prólogo

Principios de enero, la ciudad de París está cubierta de nieve. Observa por la ventana de la cocina, le encanta ver como caen los copos de nieve. Sus padres, mañana, se van a Milán por cuestiones laborales. Los tres desayunan juntos. Hay silencio en la cocina, solo sonrisas. Nadie sabe que decir. Sus padres casi no conocen a su hija. Pocas veces están en casa, solo dos semanas como máximo. Los padres de Arlette, no le pueden dar buena suerte en un examen, no saben las notas que saca, no saben las amigas que tiene, no saben si tiene novio...Aunque se ponen al día cuando llegan, no es lo mismo. Ella no sabe como han podido tener una hija sabiendo que no podrían estar con ella. Muchas noches las pasa llorando y pensando en como sería si todo fuese mejor, si fuese una familia normal. Aunque tiene que aparentar que su vida le va genial y que es más feliz que cualquier persona.

Sus abuelos le ayudan mucho, pero no es lo mismo, aunque para ella, sus abuelos, son como unos segundos padres. Ahora ya no vive con ellos, pasó media infancia en su casa. Viven a las afueras de París, había mucha hierba, tenían dos caballos, un gato y su casa era muy grande, tenían una chimenea y muchos dormitorios. A ella le gustaba mucho ir allí, sobretodo para montar a caballo, su abuelo le enseñó cuando solo tenía 9 años.

Su vida no es fácil y encima tendrá que superar obstáculos que le pondrá el destino. Solo tú podrás descubrir porque su vida no es un camino de rosas.